La virtud mágica del poema consiste en estar siempre enduendado para bautizar con agua oscura
a todos los que lo miran, porque con duende es más fácil amar, comprender, y es seguro ser
amado, ser comprendido, y esta lucha por la expresión y por la comunicación de la expresión
adquiere a veces, en poesía, caracteres mortales. Federico García Lorca
la cuadratura del círculo es algo que no tiene solución si se utilizan solamente los elementos
conocidos. Si se cuenta con creatividad, si se apela a la reflexión, se logrará lo que parecía
imposible.
La obra Yerma, de Federico García Lorca, es un clásico que se estrenó en el año 1934. Trata sobre
el dolor, la angustia, la certeza de la infertilidad de una mujer bien casada que no se atreve a
utilizar otros elementos que no sean los conocidos. Sólo se atreverá a concebir junto a su esposo
que la desprecia. Y se trata entonces, también, de la inequidad, de la hipocresía, de cómo funciona
la sororidad.
Lorca ofrece en toda su obra lo más hermoso que puede brindar al público: representación.
Su lenguaje poético figura incluso en las acotaciones de sus escrituras para teatro: las indicaciones
para los actores son un deleite.
Plantear una puesta interesante de este clásico en 2018 parece un desafío de complejidad similar
a encontrar la cuadratura del círculo.
Sin dudas la clave se encuentra en la representación. Un pañuelo que volará complementando el baile se
convierte en un bebé, o en una manta que protege. El pacto ficcional se apodera del público conmovido.
Y si existen reparos ante una puesta musical, debe considerarse que en esta propuesta ideada por
Julieta Cancelli se construye una estética profundamente lorquiana, contando con todos los
elementos de la poesía, el flamenco, la danza, la música, y el duende, por supuesto.
Desde un profesionalismo y una calidad teatral sumamente potente, el elenco completo sumerge
al público en un Universo de personajes cuidadosamente trabajados.
Una bailaora habitada de duende cuestionará a Yerma sobre su propio deseo, pero ella no lo
podrá ver: la rigidez de su casta la tiene presa, y decide perpetuar el mandato. Aunque esté harta.
Juan, su esposo, está harto también, y sin embargo cuenta con otros recursos: puede decidir sobre
su trabajo, su economía, su mujer: chasqueando los dedos obligará a Yerma a callarse o a partir.
La enmudece. La invisibiliza. Y despierta un instantáneo rechazo en este 2018 de feminismo y
sororidad.
Federico García Lorca desarrolla en esta obra conceptos cuyos nombres estaban silenciados: la
hipocresía, la rebeldía, el deseo, las contrariedades de andar un camino que se sabe perjudicial
pero se sigue eligiendo, la potencia de la unión entre mujeres que se cuidan, porque se
comprenden.
La propuesta que se ofrece en el teatro Hasta Trilce merece el reconocimiento de una labor
actoral de excelencia, la captación precisa de la poética flamenca y revolucionaria de Lorca, una puesta impecable con actores y actrices que cantan y bailan con una entrega extraordinaria.
Las historias que se nos cuentan casi siempre son las mismas. Incluso conocemos cómo van a
terminar; la diferencia se encuentra en el modo de contarlas. Y en la puesta de este clásico,
aunque los lorquianos podamos recitar los diálogos al unísono con los actores, nos encontraremos
cautivados por la profunda emoción del trabajo realizado con profunda dedicación y absoluto
respeto por el público.
Yerma o la cuadratura del círculo se presenta los sábados a las 19 hs. en Teatro Hasta Trilce, Maza 177 CABA
Ficha técnica
Idea y Dirección general
JULIETA CANCELLI
Actúan, bailan, cantan y estremecen
Julieta Cancelli
Fernando Atias
Carla Liguori
Maxi Trento
Pepa Luna
Ana María Santiago
Mónica Romero
Anabella Ablanedo
Daniel Corres
Fotografía
Nacho Lunadei
Diseño gráfico
JULIETA LATRECCINO
Realización escenográfica
FACUNDO GUERRESCHI
Diseño de Vestuario
JORGE LOPEZ
Programación y diseño de luces
CARLOS GABER
Prensa y producción ejecutiva
KAZETA PRENSA
Asistencia de dirección
GONZALO CABALCABUE
Arreglos vocales
GERARDO FLORES
Coreografía
ANABELLA ABLANEDO
Dirección y composición musical
SEBASTIAN ESPECHE
Libro
Federico García Lorca