Cómo no pensar en Alfonsina, una mujer que utilizó su extrema sensibilidad para luchar contra el machismo y contra una sociedad represiva que sometía a las mujeres a las leyes patriarcales, si hoy las mujeres del siglo XXI seguimos en la misma lucha. Estamos aprendiendo a poner en palabras el silencio que nos ahoga y a unirnos para defender nuestros derechos.
Cómo no pensar en Alfonsina, una mujer que se cuestionaba y cuestionaba las tradiciones culturales represoras que coartaban la libertad de las mujeres, que deseaba poder crear su propio destino, libres del peso de la tradición que impone un único rol, si hoy las mujeres del siglo XXI seguimos cuestionando las estructuras sociales y culturales que quieren perpetuar el papel secundario de la mujer en la sociedad.
Cómo no pensar en Alfonsina, una mujer que supo poner en sus versos toda su sensibilidad, su angustia, sus pasiones para mostrar a otras mujeres que existen otras alternativas para vivir en libertad, y de liberar los deseos sin culpa ni prejuicios, si hoy luchamos con las tensiones que se nos presentan entre la sensibilidad y la fortaleza que la lucha exige, luchamos con los prejuicios, reprimimos deseos y también gritamos ¡más! Para armonizar estas tensiones leamos a esta hermosa poeta y observemos como combinar virtudes sin dejar de lado nuestras miserias que esta conjunción nos hacen mujeres reales.
Cómo no pensar en Alfonsina, una mujer que se muestra como un sujeto, que se muestra como una mujer loba, que no oculta sus íntimos deseos y se manifiesta activa e independiente, si hoy queremos ser esa mujer, queremos que nos reconozcan el derecho de poder vivir en libertad nuestro género y batallamos para ser escuchadas y no ser juzgadas.
Cómo no pensar en Alfonsina, una mujer que primero trasformó sus pesares y los tomó como proyección para la lucha, sin permitirse la queja como elemento para reflexionar, sino que sus pesadumbres la motivaron y la fortalecieron, si hoy las mujeres que luchamos no nos sumergimos en el dolor, ni somos pasivas frente a lo que consideramos injusto. Al igual que ella, nosotras necesitamos ser libres y tomamos a la lucha como elemento necesario para transformar la sociedad.
Cómo no pensar en Alfonsina, una mujer que fue absorbida por la lucha, que fue devorada por la muerte, si hoy un sin número de mujeres son arrastradas hacia la muerte por el miedo que invade al hombre que ve en la mujer, un sujeto que desea, que vive, que es libre y elige, que es independiente, que ama y necesita ser amada.
La hermosa Alfonsina nos regala en sus obras la sensibilidad de su alma y la pasión de su carne. Indaga en su interior y en el exterior para explorar y poner en palabras la angustia vital que le provocaba una sociedad represiva.
Esta gran poeta sacudida por las turbulencias de su vida, nunca dejo de reflexionar y de manifestarse, algunas veces con rebeldía y otras con amorosidad.
Las palabras son capaces de expresar el silencio que ahoga. Expulsemos esas palabras con la fuerza que nos viene desde las entrañas, no dejemos que nos ahoguen, que nos asfixien, que nos aten, que nos maten.
Gritemos ¡VIVAS Y LIBRES NOS QUEREMOS!
«…y te vas, hacia allá, como en sueños, dormida Alfonsina, vestida de mar.»
Gracias por traérmela.